Muchas veces me encuentro debatiendo conmigo mismo acerca de los beneficios de la acumulación de conocimientos. La gran mayoría de esas veces son ratos de ocio en los que el pensar/meditar es casi como un acto reflejo, es decir, no algo premeditado o comenzado adrede. El debate suele centrarse en un autojuicio sobre mi capacidad de conocer sobre distintas cuestiones como pueden ser la historia, la geografía, el cine, la música, el deporte...es decir, de todo aquello que por destino, voluntad o mero placer consumo y he consumido a lo largo de mis días. Creo que debería dedicarle más tiempo a la lectura y el aprendizaje. Como también creo que debería dedicarle más tiempo al disfrute abstracto del mundo junto a mis seres queridos. Y muchísimas veces lo que más me planteo es la necesidad de explotar más consistentemente mi veta creativa. Así consumo, minutos y hasta horas en este dilema. Pese a que me considero una persona "instruída" por llamarlo de alguna manera, siento que por momentos dejo escapar de mis archivos mentales un sinfin de datos que me nutrirían aun más. Pero al declararme culpable confieso que no suelo ser un eximio cumplidor de las "penas" que me autoimpongo. Razón por la cual, entiendo que no tiene sentido un castigo tal. La acumulación de conocimientos como fin en si mismo no produce más que un emulador de un disco rígido, una biblioteca selecta o una enciclopedia, dentro de un ser que va mucho más allá. Trasformar un lujo tal en algo inerte no tiene sentido alguno. La verdad es que el conocimiento adquirido debe generar, motivar, comenzar procesos internos en uno que nos transformen en alguien mejor, para nosotros y para los demás. Tienen que contribuir positivamente a lo que nos rodea, empezando por nuestra propia entidad. Si lo sabemos aprovechar, naturalmente ayudará al resto, que no es más que otra faceta de nosotros mismos. Ya que como seres somos inescidibles del mundo, por llamarlo de alguna manera. Y si tus ojos han llegado hasta aquí, querido internauta, quiero que sepas que tu también has experimentado la aventura del conocimiento. Has podido conocer lo que es capaz de hacer alguien que está al pedo durante algunos minutos y se siente con ganas de escribir. Has aprendido a conocerme un poco más. Lo que no es poco.
PD: en cuanto al debate, vamos a una pausa y la seguimos en el próximo bloque.
